Es un duende pequeño, a veces representado con rabo y cuernos. Tiene la mano izquierda agujereada, viste traje y gorro rojo. Vive en las casas y es sumamente travieso, llegando a ocasionar grandes destrozos en ocasiones. Causa graves trastornos en la vida familiar en aquellas casas que habita, molestando al ganado, tirando cosas al suelo, impidiendo que las personas duerman por las noches, etc. Sin embargo si se le trata bien, y siempre y cuando este de buen humor, el trasgu puede recoger y limpiar las casas, aunque suele ser más dañino que benefactor. Es tal la molestia que causa que en ocasiones las familias tengan que mudarse. No obstante es sumamente difícil deshacerse de él, acompañando normalmente a la familia en la mudanza, suelen anunciarse diciendo “yo también ando de casa mudada”.
Hay varias maneras según el mito de deshacerse de él: una es encargarle que traiga agua en una cesta, o que convierta un pellejo de carnero negro en blanco, al no poder hacerlo se marcha avergonzado.
Otra manera de deshacerse del trasgu es dejándole un puñado de grano en el suelo, como no los puede coger porque se le escapa por el agujero de la mano se enfada y se va.
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